Recurramos una vez más a las hierbas y plan tas para un tratamiento seguro de los problemas cutáneos.
Resulta especialmente importante recordar lo que se ha apuntado en la sección 1; es decir, que los síntomas en la piel proceden de alguna causa interna, que constituyen una indicación de que algo va mal dentro de nosotros.
Nada ocurre por generación espontánea. Dicho en otras palabras, todo debe tener un comienzo y un final, y toda enfermedad una causa y un efecto.
Cuando el funcionamiento de nuestro organismo no es perfecto, la naturaleza hace todo cuanto está en su mano para eliminar las toxi nas, y como la piel es el mayor órgano de elimi nación, aparecen diversos tipos de erupciones. Por tanto, no resulta difícil comprender que, si se suprime de pronto esa modalidad de eliminación, será en detrimento de la persona en cuestión.
Por tanto, tratar las manchas, granos, carbun cos, furúnculos y otras erupciones y llagas sig nifica ocuparse únicamente del efecto y dejar la causa intacta. Pero eso no es todo. Si se recurre a ungüentos y linimentos a base de cortisona o antibióticos, servirá sólo para limpiar la piel y eliminar el aspecto más superficial del proble ma, pero a costa de reintroducir venenos y toxi nas en el organismo, empeorando los proble mas de cara al futuro. Si, por el contrario, se aplica un tratamiento a base de medicinas her-bales, se conseguirá resultados más profundos y duraderos.
Las hierbas y plantas suelen influir en más de un sentido, y se observará que, aparte de resul tar útiles para los problemas cutáneos, casi todas las estudiadas en esta obra sirven también para purificar la sangre, con lo que se eliminará la totalidad o al menos parte de las causas del mal.
Las hierbas y plantas contienen además sales, vitaminas y sustancias nutritivas para el cuerpo, y todas ellas en su forma natural y no adultera da. Son tan esenciales para el organismo huma no que, tras tomar hierbas durante algún tiempo, la mayoría de los pacientes comienzan a experimentar una firme sensación de bien estar.
Al llegar aquí cabe preguntarse lo siguiente: «¿Por qué se recomienda en las páginas de este blog la aplicación de determinadas hierbas a la piel en forma de emplastos, fomentos y lava dos?» La respuesta radica en que, si se aplican sobre la piel, las hierbas no sofocan, pero sí ali vian o eliminan las inflamaciones, favorecen la supuración cuando es necesaria y contribuyen a acelerar los procesos curativos.
Cuando al paciente se le trata por medio de hierbas y plantas medicinales, los procesos cu rativos nacen de dentro de él mismo. Ayudan al organismo a eliminar todos los venenos y to xinas que son causa de sus problemas. Algunas veces se produce una reacción en forma de diarrea, estornudos o abundancia de mocos en la nariz, pero tales síntomas no suelen durar mucho tiempo y luego el paciente se siente me jor, ya que su cuerpo está siendo gradualmente purificado.
Por tanto, resulta prudente recordar que cuando aparezca en nuestra piel un sarpullido, erupción, furúnculo, carbunco, lo mejor es no intentar limpiar la piel suprimiendo esos sínto mas, pues lo más probable es que poco después
reaparezcan; en lugar de ello deberíamos em plear sencillos remedios a base de hierbas a los que se ha recurrido desde que el ser humano está en la Tierra, y que resultan seguros, de acción suave y altamente curativos.
1 comentarios:
Todos debemos estudiar las propiedades medicinales de ellas y aplicarlas en la piel y algunas tomarlas o comerlas todos los días.
Antonio
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